EL GOLEADOR PARAGUAYO SIGUE EN ESTADO CRITICO
El gran goleador, el “Gordinho” terror de los brasileños, el “Chavagol” que hace el delirio de los mexicanos, nuestra Cabañas, arma demoledora para los goles albirrojos, esta jugando el partido de su vida. Un partido donde el rival es la muerte, aliada con la delincuencia. Un partido que se juega en la cama de un hospital, con –el mejor de México- Cabañas como capitán de cuadro, reforzado por un plantel de los mejores especialistas del país azteca.
El chico pobre de Itauguá que comenzó a construir su futuro de fama y gloria en las canchitas de su puesblo, es hoy noticia mundial, una vez más. Pero no lo es por sus goles fabulosos, por sus jugadas exquisitas, ni por las victorias que ayudó a alcanzar. Lo es porque un asesino artero y traicionero le asestó un disparo en la cabeza, el que le obliga a jugar este difícil partido.
El mismo Salvador que fue figura en las selecciones Sub 17, Sub 20, que jugó el mundial juvenil de Nigeria y que desde el 2001 es abonado a las selecciones de mayores se debate en un juego cuyo resultado es incierto, y cuyas alternativas se presentan desfavorables por ahora. Tiene a favor su gran preparación física y su fortaleza moral. En contra, los daños que el disparo pudo haberle causado en al cerebro, lo que obligó a una urgente operación para descomprimir la masa craneana.
Ahora el partido se desarrolla un una sala de terapia intensiva donde los médicos y los medicamentos procuran tenderle un puente hacia la vida, mientras el proyectil asesino intenta minar su resistencia y su fortaleza.
Mientras tanto, todo un país lo apoya. Ese mismo país que le mostró todo su afecto y toda su confianza durante las jornadas gloriosas de las últimas eliminatorias se une hoy rezando para pedir a Dios que le conceda la gracia de salir sin mayores daños de este encuentro crucial.
Hay una pausa de 72 horas que vence el miércoles a la noche. Quiera Dios que al cumplirse este plazo podamos decir todos que Salvador Cabañas ha ganado este partido, el partido de su vida.
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