La Albirroja
Pocas veces en la historia, por no decir nunca, la selección Paraguay concurrió a un campeonato sudamericano como candidato o favorito. La primera vez en 1979, cuando Olimpia ganó la Copa Libertadores de América, y otros equipos, como Cerro Porteño y Libertad, contaban con equipos respetables. Esa vez, Paraguay fue campeón. Volvió a recibir el favoritismo de todo local, en la única Copa que se jugó en el Paraguay, en 1999, cuando fue eliminado en semifinales por la bisoña escuadra uruguaya que perdió la final con un Brasil intratable. Esta vez la banca fue punto.
Pero las eliminatorias y la misma Copa del Mundo de Sudáfrica, apenas el año pasado, mostraron a un futbol paraguayo aferrado a su tradición, pero liberado de todo tipo de presiones y capaz de jugar de igual a igual con cualquier selección del mundo. O si no, que lo digan los campeones anteriores, Italia, al que dejaron fuera de la pelea, y a la mismísima furia española, que tuvo que recurrir a sus mejores artes para pasar nuestro escollo, y enderezar el camino hacia la Copa. Y si no hubiera sido por el penal que “Tacuara” Cardozo no supo convertir, otra hubiese sido la historia.
Esa misma historia es la que respalda a esta selección que en su estructura básica mantiene la misma formación que brilló en Sudáfrica, con algunos recambios exigidos por las circunstancias y por el inexorable paso del tiempo. Pero el equipo está allí. Dispuesto a mostrar lo que vale. Y los nombres no son muy diferentes a los que hicieron tan buen papel en el mundial: Villar sigue en el arco. Verón, Da Silva, Alcaraz y Aureliano serán los cuatro del fondo, salvo por alguna cuestión táctica se decida cambiar de esquema. Barreto, Ortigoza, “Topo” Cáceres y Riveros son los titulares del medio campo, y donde además hay numerosas variantes posibles, con las reservas que quedan.
Y adelante, la cuota de gol esta garantizada por los más de 40 tantos marcados en conjunto por Lucas Barrios y "Tacuara" Cardozo, sin olvidar el potencial de Roque Santa Cruz, el renacimiento de Nelson Haedo, en la liga española, y la contundencia de Santander en el futbol francés.
Sí Señor. La albirroja bajará a Buenos Aires con chapa de favorita. Y está dispuesta a probar que no le endilgaron la candidatura en vano. Ya lo verán. Falta poco. Y quien quiera llevarse la Copa , tendrá que disputársela, mano a mano, con los vestidos de rojo y blanco. ¡Salud!
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