Mi amigo “Lobo” Martínez, pianista sensacional y olimpista mortal, escribió estas lineas sobre el “Flaco” Diarte. Vale la pena leerlas para conocer algo mas de ese extraorfdinario futbolista recinetemnte desaparecido.
Vale la pena. Leanlo.
El día 29 de junio muy temprano, recibí el llamado de mi hijo mayor contándome la ingrata noticia del fallecimiento de quien fuera extraordinario jugador del Olimpia y gran amigo Carlos "Lobo" Diarte. La noticia llenó de tristeza la fría y gris mañana de invierno, como si el cielo también se pusiera a tono con el tremendo impacto de su partida sin retorno....lo que son las cosas, un día antes dejaba este mundo otro grande del futbol, Jorge Adalberto Escobar. Dos grandes protagonistas de jornadas inolvidables, jugando por sus clubes y en el seleccionado nacional.
La sorpresa no fue menor por haberme enterado de su dolencia a través de una nota que se publicó unos días antes....no quise pensar que el cáncer estaba en la etapa terminal.
Los programas de radio del mediodía llenaron sus espacios recordando pasajes de la meteórica carrera de Carlos "Lobo Martínez" Diarte (noten la similitud de nombres) a quien por exigencias de la liga española y para no ocupar plaza de extranjero, le encontraron la vuelta cambiándole el apellido....nunca supe si Martínez fue su apellido paterno ya que, tengo entendido, nunca lo conoció....se había criado solo con su madre doña Julia Diarte.
Diarte llega a los 16 años a la división superior de la mano del director técnico Benjamín Fernández. Una hecho sorprendente y poco común envuelve esta situación que pasaré a recordar.
En aquel entonces había 5 divisiones en la Liga. La primera división, la cuarta, la juvenil, la infantil y por último la división cadetes. En la juvenil del Olimpia había un goleador implacable llamado Miguel Ángel Torres que se cansaba de hacer goles en esa división. Cuando todos los olimpistas esperábamos verlo en la primera (que era lo absolutamente lógico) el técnico "hace subir" al goleador de la división infantil, un chico de 16 años llamado Carlos Diarte.
Imagínense lo sorprendente e inédito de este hecho....sobre todo porque Torres era también un gran goleador!!!......la sorpresa por un lado y la desilusión de Miguel Torres por el otro.....el chico se sintió muy desmoralizado y nunca pudo trascender en Olimpia, donde (después de la transferencia de Diarte al Zaragoza español) alternó jugando algunos partidos sin marcar diferencias....terminó yéndose del club y recaló con algún éxito en Sol de América y Libertad.....son las cosas del destino, en realidad no sé si algún memorioso pudiera aportar más datos sobre este hecho.
El debut de Carlos Diarte se produjo una calurosa tarde de domingo en Para Uno. Asistí bastante temprano, como siempre acompañando a mi padre que acostumbraba a ir a la cancha para ver la cuarta, el estadio se encontraba repleto de gente que quería ver en acción al chico de 16 años....algunos nos mostrábamos escépticos, sin confiar demasiado en ese delgado jugador con físico de niño de primaria.....lo llamamos El Flaco al principio. Recuerdo algunos nombres de quienes integraban el Olimpia: Apolinar Gimenez,Américo Godoy, Pedro Molinas,Nestor Benítez, Eliseo Gaona, Benicio Ferreira,, Crispín Verza, Lorenzo Giménez entre otros.
El rival era River Plate que tenía en sus filas a grandes jugadores como el argentino Tremonti en el arco, Juan Vicente Lezcano, que lo tuvo a patada limpia, Nestor Sanguinetti y otros. En un descuido de Juan Vicente y, tras sortear un tremendo guadañazo del mismo, ese chico de 16 años hacía estallar a la multitud....no puedo recordar si se produce primero el gol de Diarte y después el 2o de Lorenzo Giménez (con la mano).....importa algo eso?....si todos fuimos a ver el gol del Flaco Diarte!!!!
El apodo de “Lobo” le ponen porque en San Lorenzo de Almagro jugaba por entonces el “Lobo” Fisher, un tremendo centrodelantero acompañado de monstruos como "bambino" Veira, la oveja Telch, Buticce, Veglio, Pedrito González y otros. Denominados"Los Matadores" lograron el campeonato argentino del 68 en forma invicta.
Dicen que fue un compañero del Olimpia, Mario Rivarola, quien le puso ese mote, copiado (como la mayoría de los apodos de los jugadores paraguayos) de leer tantas revistas El Gráfico.
Lo conocí en el 87 cuando retornó para jugar su última temporada con el club que lo vio nacer, el glorioso e inigualable Olimpia....venía soportando una lesión crónica en la rodilla, producto de la alevosa y artera patada de Jaén, un defensa español del Sevilla, que lo lesionó cuando estaba en su mejor momento, llevaba 11 goles en siete partidos. Él solía recordar esta acción desleal que marcó un antes y un después….no obstante, aguantó para salir campeón ese año y marcar (no estoy seguro de este dato) su último gol ante nuestro eterno rival…una obra de arte, un verdadero golazo que todavía lo tengo en la retina….arco sur del defensores, fue el de la despedida, la última vez que lo vi en un campo de juego.
Había venido del Saint Etiene de Francia acompañado de su segunda esposa Muriel. Compartimos inolvidables e interminables peñas, que dieron origen a la grabación de un material con casi todos temas de su autoría. Nos solía acompañar un gran amigo común, el Dr. Juan Carlos “Ñeco” Chaparro Abente a quien conoció estando en Francia, el mismo que en sus tiempos libres sigue deleitando con su canto. Ñeco es sobrino del gran poeta compatriota Dr Carlos Federico Abente.
Me queda la satisfacción de haber conocido a un extraordinario deportista y excelente ser humano…..lo recuerdo escribiendo esta desordenadas y muy mal redactadas líneas, con mucha emoción y afecto, sin tristeza…como a él le hubiera gustado….cuantas veces me preguntaron si eramos primos….
Les envío la foto que nos tomamos en el camarín después de ganar su último clásico, en ella también aparece Gerquin Daniel, otro gran amigo cantante y olimpista….la misma es una cortesía del periodista Robert Singer…..no mas palabras, para qué? Es la imagen que quedará en mi corazón, no la de las últimas fotos, donde aparece con los visibles deterioros físicos producidos por la implacable enfermedad.
Carlos "Lobo" Diarte ya descansa en paz….estoy seguro que esté donde esté siempre habrá cerca una guitarra, una pelota o un piano….no ha de faltar un tema recién compuesto dedicado a algún amor de juventud o algún despistado que nos proponga realizar una nueva versión de la película “Danza con lobos”…...
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