Por José María
Troche - 25 de setiembre de 2013
Cerro Porteño había nacido el 1 de octubre de 1912 y
antes de completar su primer año de vida, ya había hecho algunas cosas que
serían históricas. Por iniciativa de los flamantes cerristas se fundó la Liga Vencedor para reunir en su
seno a varios clubes que no tenían cabida todavía en la Liga Paraguaya de Fútbol. La
iniciativa fue de algunos directivos del Club, Antonio Velázquez, Juan Denis y
otros, quienes promovieron la fundación con vistas a atraerlos ala institución.
Esos clubes fueron: Cerro Porteño, Sol de Mayo, América, 3 de Febrero (que no
es ninguno de los existentes en la actualidad), Criollo y Oriental.
La idea era armar un buen equipo que cuando llegara la
hora de ingresar a la Liga ,
estuviera en condiciones de competir. Recuérdese que en 1911 fue creada una
liga disidente de la LPF ,
a la que llamaron Liga Centenario y
a la cual se pasaron varios clubes de primera división. El campeón de la Liga Vencedor fue el
club Sol de Mayo. Al año siguiente se produjo una vacancia en la LPF la cual organizó un torneo
para clasificar al nuevo integrante de la primera división y Cerro Porteño se
anotó entre los postulantes.
Al haber sido el auspiciante de la Liga Vencedor , esta desapareció,
lo que favoreció a Cerro pues muchos de los jugadores libres se enrolaron en la
institución como: los hermanos Ávila procedentes del “Sol de Mayo”; Juan Denis, Pedro Cazal, Policarpo Machuca, Atilio
Medina, Ceferino Vidallet, José F. Machuca, Francisco Machuca y Aurelio Carillo
del club “Criollo”; del “3 de Febrero” Juan Pedroso y Justo
Rojas, en tanto que del “América”
llegaron Asunción Peralta R., Alejo Aguilera y Eduardo Jara. Tales atletas muy
pronto consiguieron importantes logros deportivos, formando también algunos
parte integral de su estructura; como Juan Denis y los hermanos Ávila destacados
miembros de sucesivas Comisiones Directivas del EL Ciclón.
DOS VECES ¡CAMPEÓN!
Llegamos a 1913. La deserción de Libertad y
Atlántida, creó un serio inconveniente a la Liga , ya que solo quedaron 4 equipos para
competir en el torneo de ese año, y nunca estuvo más cerca de su disolución que
en esa oportunidad, a decir de Miguel Ángel Bestard, un estudioso y analista de
la historia del fútbol. En efecto, solo quedaban: Olimpia, Nacional, Guaraní y
Presidente Hayes. El nuevo estatuto por el que se regía exigía un mínimo de cinco
para poder organizar un torneo.
Así pues compitieron por la vacancia 4 clubes: 10 de
Agosto de San Lorenzo; Porvenir de Ypacaraí; River Plate y Cerro Porteño de
Asunción. Para clasificarlo, la Liga Paraguaya dispuso realizar un torneo por
eliminación entre los cuatro. Dispuso que jugaran primeramente: 10 de Agosto
vs. Porvenir y Cerro Porteño vs. River Plate. El partido Cerro Porteño vs.
River Plate, se jugó en la cancha del Club Guaraní, ubicada entonces, en lo que
es hoy el Parque Caballero, en el que resultó ganador el equipo azulgrana por 2
- 1. El otro partido lo ganó merecidamente el 10 de Agosto, por la cuenta de 4
- 1.
El partido entre los ganadores, Cerro Porteño - 10
de Agosto, del que debía surgir la nueva estrella, fue un despliegue de corazón
y pujanza. Y ganó Cerro Porteño por el mínimo scorer, mediante la feliz
intervención de Martín Carvallo, el primer capitán del equipo que tuvo la honra
de elevar a Cerro Porteño en el concierto de los clubes de la categoría
superior de la Liga. Así ,
a paso de campeón, hizo su entrada el benjamín.
Aquel primer equipo capitaneado por Martín Carvallo,
alistó a
Juan “Tambor” Fernández;
Ernesto Cáceres y Pedro Benítez (sub-capitán); Pedro Candia, Alejo Aguirre y
Lázaro Ávila; Dámaso Ávila, Justo Rojas, Eduardo Jara, Clemente Talavera y
Martín Carvallo (capitán).
Y llegó la hora de competir. El torneo de ese año se
llevó a cabo con estos equipos: Olimpia, Guaraní, Nacional, Sol de América y
Cerro Porteño. El cuadro azulgrana tuvo un comienzo espectacular, ya que le
tocó enfrentar al campeón de 1911, Nacional, uno de los mejores equipos de la
época. Y como para marcar presencia goleó 5-0 al gran equipo nacionalófilo en
su primera presencia en el campeonato.
Ya en plena celebración del torneo mayor, la
actuación del Cerro Porteño fue realmente espectacular. Tras la victoria
contundente ante Nacional empató 2-2 en el primer match con el que habría de
ser su más enconado rival de todos los tiempos, el Olimpia. La seguidilla de
victorias continuó, perdiendo solamente otro punto ante el Sol de América y
ganando de esta manera su primer campeonato el año de su debut en la Primera División.
Como dato curioso hay que señalar que en la segunda rueda, Cerro Porteño le
ganó a Olimpia por WO, es decir, por no presentación del rival…
El magnifico galardón obtenido por el club, en tan
corto, lapso de vida, fue motivo de prolongadas y entusiastas celebraciones. El
festejo con los campeones se llevó a cabo en la residencia de la familia
Benítez, en Dos Bocas, en cuyo transcurso fue nombrado Socio Honorario el
inolvidable Roque J. Medina.