martes, 5 de febrero de 2013

ENTRE GALLOS Y MEDIANOCHE


ENTRE GALLOS Y MEDIANOCHE

Nadie ignora hoy día el gran valor de las redes sociales. Sin duda alguna. Pero así como sirve para construir, me da la sensación que es más útil para destruir… Digo porque las cosas que escribe la gente, muy pocas veces objetivamente, y casi siempre de manera interesada, sobre todo cuando se trata de cuestiones políticas o deportivas. Sobre todo esta última que, por cierto, no entraña mayor riesgo…
Dice hoy, 5 de febrero, mi amigo Jorge Olmedo Soloaga, en su página de Facebook: Una prueba irrefutable de que la negligencia y la irresponsabilidad se enseñorea en la APF. Este fin se semana se inicia el Campeonato 2013. Nada raro si no fuera porque el Sistema con el que se va a jugar no fue ni siquiera analizado y mucho menos aprobado por los clubes ni por el Comité Ejecutivo de la APF. ¿Ustedes creen que el campeonato es legalmente valido? (SIC), lo que provoca esta reflexión, basada en hechos reales no olvidados hasta el presente.
Declaraciones como esta nos parecen desatinadas porque no se compadecen con la verdad y nos remite a actitudes reñidas con la ética y la moral.
En primer lugar el torneo es programado exclusivamente por la Divisional Profesional, de la cual forma parte Olimpia y es el organismo competente para el efecto. El Comité Ejecutivo lo aprobó en su momento. Me gustaría que mi amigo le preguntara al delegado de Olimpia, Raúl Pinto, como fue esa sesión de la que tomó parte y en la que se aprobó el sistema de campeonato vigente.
Eso ocurrió tres meses atrás y en la cena de fin de año ofrecida por la APF a sus miembros, clubes y amigos, se llevó a cabo el sorteo del calendario de juegos, la misma noche en que con la presencia de miembros de la directiva de Olimpia entre representantes de todos los clubes de todas las divisionales, se homenajeó al “Tigre” Osvaldo Domínguez. No se puede alegar el desconocimiento de un hecho por todos conocidos y ampliamente difundido por todos los Mass media, aplaudiendo la bondad del sistema.
El varias veces descrito como “paupérrimo” campeonato de la APF figura entre los TOP Ten torneos de clubes más competitivos, según la FIFA. Y el sistema utilizado es el que permitió, entre otras cosas, que el gran Olimpia llegara una vez más a la Libertadores, trofeo que lo gano con grandeza y con honor, tres veces, en tiempos pretéritos que van quedando lejos…
Si en realidad queremos un futuro mejor para nuestra patria y nuestro deporte, hay que deponer las armas y dejar de imaginar entuertos supuestamente orquestados entre “gallos y medianoche” cuando todo reluce con diáfana claridad como estos transparentes días del tórrido verano que padecemos…

200'í NOMAS...


200’í NOMÁS


El problema esta instalado. Con razón o sin ella, el Poder Ejecutivo –léase Federico Franco- dispuso reducir el costo del pasaje en 200 guaraníes. Hoy día, con ese dinero, no se puede comprar más que un caramelito o tal vez un chicle. Y nada m-as. Entonces uno se pregunta ¿tanto lío por 200’í? Eso mismo le escuche decir a más de un pasajero, el controvertido día en que el gobierno decretó el descuento, y el verborrágico gerente (o presidente, no se muy bien) de la CETRAPAN dijo que no. El debate quedó instalado
Menudo lío se armó pero el rebaño obediente y sumiso de pasajeros paraguayos, rascó las dos monedas de 100 que pensaba ahorrar para completar otros dos pasajes, en el futuro hasta que 24 horas después el empresariado cedió gua’ú, recordando aquello de retroceder un paso para avanzar dos de la táctica militar…
Cierto. 200 guaraníes es casi nada.
Pero es el epicentro de una batalla judicial que se va a desatar en cualquier momento, apenas los todopoderosos empresarios del transporte recurran a la siempre complaciente justicia ordinaria que, entre otras cosas, apaña desde hace años el funcionamiento de cerca de un millar de chatarras con ruedas, bajo el rótulo de transporte público.
Esa batalla, escenificada en el teatro electoral que concluirá el 21 de abril tiene una carga megatónica, y augura una pulseada histórica. Por un lado están los intereses de  los empresarios que lloran miserias mientras se pasean orondos en sus coches cero kilómetro y por el otro los usuarios que a cambio del pasaje que pagan (más un sabroso subsidio heredado de la izquierda caviar) contribuyen a acrecentar los ingresos de aquellos, mientras sufren encarne propia el desastroso servicio que reciben a cambio.
La situación política se plantea pues entre un gobierno que reconoce la oportunidad y justicia de un descuento en beneficio del pueblo, y un gremio que se resiste a renunciar a sus beneficios, y está dispuesto a recurrir hasta las “últimas circunstancias” en defensa de sus 200’í.
Si, es cierto, es poca plata, pero menudo entuerto se puede armar por culpa de una ínfima suma de dinero, pero que en esta pulseada alcanza trascendencia vital. Todo es cuestión de esperar qué dice la justicia y como reacciona ese pueblo que beneficiado por un decreto, puede quedar defraudado a causa de un fallo judicial.

Y es así como ese 200’í se convirtió en una auténtica pelota tatá.